El padre Pizzaballa mostraba ayer a la emisora vaticana la preocupación de los cristianos de Tierra Santa ante el brusco descenso del número de peregrinos en los últimos cuatro meses, pues la economía de las comunidades cristianas locales depende en gran medida de ellos.
Para el Custodio, las razones hay que buscarlas en la crisis internacional, pero sobre todo, en la inestabilidad política que se vive en los países árabes.
Sin embargo, subrayó, “a pesar de cuanto está sucediendo en el mundo árabe, Tierra Santa y la peregrinación a Tierra Santa es absolutamente segura. No hay ningún peligro, ningún riesgo de ningún tipo y, como tampoco en el pasado, no hay que tener miedo de venir para hacer esta experiencia”.
Gran parte de los cristianos locales, añadió, trabaja en el “turismo religioso”, por lo que ·el peregrino que viene a hacer una experiencia de fe trae también una experiencia de solidaridad, de apoyo a la presencia de la comunidad cristiana que aquí, como todos saben, es una comunidad muy pequeña y necesitada de ayuda”.
Igual llamamiento hizo a través de Radio Vaticano monseñor William Shomali, obispo auxiliar del Patriarcado Latino de Jerusalén, quien subrayó que “Tierra Santa y el itinerario de los peregrinos es más seguro que nunca”.
Peregrinar a los Santos Lugares, afirmó el prelado, supone “un signo de solidaridad con todos los habitantes, porque el peregrino es una figura de paz, una figura bienvenida, querida por todos – musulmanes, cristianos, judíos. Y puedo decir, sin exagerar, que la figura del peregrino es un puente entre todos: hace una obra de paz, no sólo con su oración, sino también con su presencia”.