A lo largo de los años, de hecho, habían circulado muchas voces en los periódicos y con ocasión de conferencias que promovían la donación de órganos, nombrando al actual Pontífice en la lista de potenciales donantes, una decisión que habría adoptado anteriormente a su elección.
En una carta del pasado 5 de enero, a cuyo contenido pudo acceder ZENIT, monseñor Gänswein afirma: “Si bien es verdad que el Papa posee una tarjeta de donante, es verdad también, contrariamente a algunas informaciones públicas, que con la elección del cardenal Ratzinger como cabeza de la Iglesia católica, ésta ha quedado obsoleta ipso facto”.
Por Michaela Koller