En su mensaje, el Papa expresó a Di Segni y a toda la comunidad judía de Roma sus "más cordiales y sinceros augurios", junto al "auspicio de que estas fiestas puedan aportar copiosas bendiciones del Eterno y ser fuente de íntima alegría".
A continuación, Benedicto XVI deseó que "crezca en todos nosotros la voluntad de promover la justicia y la paz, que tanto necesita el mundo de hoy".
El Pontífice afirmó que recuerda la visita que realizó a la Sinagoga de Roma el pasado 17 de enero "con sentimientos de gratitud y afecto".
Y concluyó auspiciando que "Dios, en su bondad, proteja a toda la comunidad y nos conceda crecer, en Roma y en el mundo, en la amistad recíproca".
Rosh Hashaná (año nuevo), además de ser el inicio del nuevo año judío, es también el primero de los diez días de arrepentimiento e introspección que terminan con el Yom Kippur (Día del Perdón).