Después de la celebración eucarística en el estadio del complejo deportivo “Príncipe Moulay Abdellah”, última reunión de este viaje, el Papa llegó al aeropuerto de la capital, a las 17 horas (18 horas en Roma), y fue recibido por un delegado del rey Mohammed VI, con quien habló brevemente en el salón real.
El Pontífice se montó luego un B737-800 de Royal Air Maroc. Al partir, envió un telegrama al soberano, agradeciendo a la familia real, al gobierno y al pueblo amado de Marruecos por su “cálida bienvenida” y su “generosa hospitalidad”. Invocando todas las “abundantes bendiciones divinas”, asegurando sus oraciones “por la paz y la prosperidad de la nación”.
Durante el vuelo, Francisco ofrecerá a los 70 periodistas acreditados en este 28º viaje apostólico su tradicional rueda de prensa.