“La suspensión de las actividades de revisión no se debe a consideraciones sobre la integridad o la calidad del trabajo iniciado por PwC y menos a la voluntad de uno o más entes de la Santa Sede de bloquear las reformas en curso”, precisa el texto.
Asimismo indica que esto se debe a que, en el curso de su trabajo, “han surgido elementos que afectan al significado y al alcance de algunas cláusulas del contrato y su modalidad de ejecución”. Por ello, se explica en el comunicado que “dichos elementos serán sometidos a las necesarias profundizaciones”.
Por otro lado, el Vaticano informa que “la decisión de proceder de este modo ha sido adoptada después de realizar las consultas apropiadas entre las instancias competentes y expertos en la materia”.
Finalmente se manifiesta el deseo de que “esta fase de reflexión y estudio pueda realizarse en un clima de serenidad y reflexión”. Y añade que “el compromiso de una adecuada actividad de revisión económico-financiera para la Santa Sede y para el Estado de la Ciudad del Vaticano continúa siendo prioritario”.
La Santa Sede anunció el pasado 5 de diciembre que había encargado a esta auditora internacional actuar como revisor externo en sus cuentas financieras y trabajar en estrecha colaboración con la Secretaría para la Economía del Vaticano.
“El Consejo de Economía, continuando con la implementación de nuevos criterios y prácticas de gestión financiera en línea con las normas internacionales, ha dado un nuevo paso importante durante esta semana, otorgando un nuevo encargo a una empresa auditora, que se encuentra entre las más importantes a nivel internacional”, explicó la Santa Sede en ese momento.
El papa Francisco creó el Consejo de Economía el 24 de febrero de 2014 para “evaluar las directivas y gestiones concretas y analizar los informes sobre las actividades económico-administrativas de la Santa Sede”. El Consejo está formado por 15 miembros, de los cuales ocho son cardenales u obispos.