El día 30 de octubre un fuerte terremoto golpeó nuevamente el centro de Italia. Aunque en esta ocasión no hubo fallecidos como sí sucedió en el terremoto del 24 de agosto, sí causó daño materiales. En concreto, cayeron todas las iglesias de Nuria, incluida la basílica de San Benito
El Papa reconoció haber seguido la tragedia desde su viaje en Suecia, y “desde allí recé por vosotros”, añadió. Así lo ha indicado el propio obispo, que durante la conversación telefónica informó al Pontífice de cuántas personas han sido probadas y están preocupadas por el futuro. “Es necesario animar a la gente, que tiene que ser apoyada para que mire con optimismo al mañana”, respondió el Santo Padre.
Finalmente, exhortó a estar cerca de la gente y pidió que no pierdan la esperanza para continuar viviendo en su tierra.