El atentado ocurrió en la Escuela Municipal Tasso da Silveira – que tiene alrededor de mil alumnos, entre los 9 y los 14 años –, en Realengo, en la zona occidental de Río de Janeiro.
En una nota oficial, monseñor Tempesta afirmó que el ataque “ha herido no sólo a los que fueron afectados, sino a todos los habitantes de Río”.
“Como pastor de esta archidiócesis, lamento profundamente lo sucedido, rezo y me uno al dolor de todas las personas que se han visto implicadas en esta tragedia, padres, familiares y amigos”.
“Pido al Señor Jesús, en este tiempo de Cuaresma, que conforte a todos y envío una bendición especial, pidiendo a Dios que hechos como este no vuelvan a suceder en nuestra ciudad”, escribe monseñor Tempesta.
El Gobernador de Río, Sérgio Cabral, durante una conferencia de prensa en el patio de la escuela Tasso da Silveira afirmó que el asesino fue identificado como Wellington Menezes de Oliveira, de 23 años.
Era un ex alumno del instituto, y consiguió entrar en el edificio diciendo que iba a buscar su expediente escolar. Apenas entró, comenzó a disparar contra los niños.
Un policía que se encontraba en un puesto de control cerca de la escuela vio a dos alumnos heridos, se dirigió al instituto y localizó al asesino. El policía disparó al joven, que, herido, se disparó en la cabeza.
Según informaciones difundidas por el Gobierno de Río de Janeiro, los heridos han ingresado en el hospital Albert Schweitzer y en otras estructuras especializadas de la ciudad.
La policía está indagando sobre las causas de la tragedia. El asesino usó dos revólveres, y tenía una gran cantidad de municiones. Dejó escrita una carta, que fue entregada a la policía para los análisis pertinentes.